Otra vez he vuelto a sucumbir ante los encantos de las mulatas.
He optado por jugar con los mismos colores, pero degradandolos, consiguiendo de esa forma distintas tonalidades.
En los laterales he jugado con la sal, dandole un toque espectacular.
No me extraña que hayas sucumbido, te quedan preciosas las mulatitas! besos
ResponderEliminarHéctor
Por supuesto que les quedan preciosas, estoy de acuerdo...por dos razones su talento y la belleza de las mulatitassssssssss....
ResponderEliminar